El estudio del suelo y su importancia en la sostenibilidad y rentabilidad del cultivo
Un estudio de suelos agrícolas se realiza sobre la base de la caracterización y análisis del componente ambiental del suelo presente en el área, con el fin de definir sus límites y potencialidades generales agrológicas, así como la variabilidad espacial de los atributos del suelo como elemento de juicio para la toma de decisiones.
Los estudios de suelos deben ser realizados en terreno por medio de la prospección de calicatas y contrastados con la descripción señalada en los estudios agrológicos realizados por el Instituto Geografico Agustin Codazzi, según la clasificación de las series de suelos.
La calidad del suelo es determinada por la ¨capacidad del suelo para funcionar¨, y se evalúa midiendo un grupo mínimo de datos que corresponden a diversas propiedades edáficas (físicas, químicas y biológicas). Sin embargo, no todos los parámetros cumplen con todas las condiciones que debe reunir un indicador ideal, tales como: generar una clara discriminación entre los sistemas de uso o manejo evaluados, ser sensibles a condiciones de estrés asociadas con intervenciones antrópicas, ser de fácil medición, ser accesibles a muchos usuarios y que respondan en escalas de tiempo cortas. Debido a que la pérdida de calidad está asociada con la alteración de numerosos procesos realizados por los microorganismos edáficos, además de que ellos reúnen las condiciones anteriormente mencionadas, se han propuesto como indicadores válidos para diagnosticar mejoras y restauración del ecosistema suelo planta.
El propósito del estudio de suelos es establecer conclusiones referentes a la potencialidad, limitaciones y características generales agrológicas del predio en estudio, abordando temas climáticos, edáficos, hidráulicos y microbiológicos. Analizando además, los cultivos existentes, en caso de existir.
Un buen estudio de suelo agrícola debe contener:
• El marco edafológico del área donde se emplaza el predio en estudio.
• El marco edafológico del área donde se emplaza el predio en estudio.
• Calicatas para el análisis de las características edáficas del subsuelo del predio en estudio.
• Describir el suelo de acuerdo con los resultados de las calicatas, así como sus limitaciones.
• Muestreo de suelos.
• Análisis físico químico de las distintas unidades de suelo o morfotipos Densidad Aparente.
• Velocidad de Infiltración, capacidad de drenaje natural.
• Estructura al Tacto.
• Compactación y penetrabilidad.
• Drenaje Externo.
• Profundidad Efectiva.
• Análisis microbiológico del suelo.
• Evaluación y determinación clara y objetiva de las limitaciones de los suelos, así como recomendaciones de mejora de características que de por si se encuentren limitantes o de riesgo.
• Reconocimiento general del área de influencia: con el fin de describir las calicatas para el estudio de suelos.
• Observación de aspectos topográficos, geomorfológicos y de uso de suelo actual:esto permite complementar el análisis de los perfiles de suelo. Esta información sirve de base para la clasificación de las series de suelos y clases de uso de suelo presentes.
• Recomendaciones de uso para el cultivo, programación a mediano y largo plazo de tipo, frecuencia y cantidad de enmiendas a emplear, buscando en el largo plazo la sostenibilidad y productividad del cultivo.
• Informe microbiológico, recomendaciones de aplicaciones que busquen mejoras en el equilibrio microbiológico del sistema suelo – planta.
El suelo constituye un ecosistema natural donde convergen diversos factores, organismos, minerales y materia orgánica fundamentales para el buen desarrollo de las actividades agrícolas y las necesidades de los cultivos y sus cosechas. Evaluar adecuadamente las caracteristicas del medio y contrastarlas con necesidades agrícolas puntuales, permite desarrollar planes de acción precisos y asegurar la estabilidad, la productividad y la efiencia de los cultivos.